domingo, 14 de octubre de 2007

Vanguardismo e Indigenismo

EL VANGUARDISMO


Es la más radical revolución que sufre el arte y la literatura en su historia.

Esta tiene lugar alrededor de 1914, año en que comienza la primera guerra mundial, que de la mano con los avances tecnológicos, los amplios conocimientos históricos, la crisis espiritual que surge por el momento que se vive despierta conciencia para un nuevo cambio que se origina en la humanidad.

El Vanguardismo inaugura un nuevo modo de ver la literatura caracterizado por la primacía del prosaísmo versus musicalidad, feísmo versus preciosismo y absurdo versus comunicación lógica.

CARACTERÍSTICAS DEL VANGUARDISMO

Ø Sentimientos: deshumanizan el arte obliterado todas las fuentes del sentimentalismo. Destruían el “yo”. Horismo.

Ø Feísmo: desorden, estrafalario, chocante, anti-bello.

Ø Morfología: lengua no comunicativa, el letrismo, la jitanjáfora y caligramas.

Ø Sintaxis: destrucción de la sintaxis. Palabras en libertad. Se tachaban los nexos, las frases medianeras.

Ø Métrica: abandono de los moldes eutróficos, de la rima, de la medida, del ritmo. Prosaísmo.

Ø Temas: exclusión de lo narrativo y anecdótico.

Ø Imaginismo: la metáfora.


EL INDIGENISMO

Fue el movimiento cultural más coherente y significativo de ese tiempo. Puso de Relieve el mundo indígena y el régimen de injusticia bajo el cual vivía, reivindicando además lo autóctono. La figura central del indigenismo fue Luis E. Valcárcel quien alentó un indigenismo exaltado hasta cierto punto utópico como se aprecia en Tempestad en los Andes. En ruta cultural del Perú se afirma un Indigenismo científico. La actitud y pensamiento de Valcárcel generó una mística indigenista. Otros representantes fueron José Carlos Mariátegui, Uriel García, Hildebrando Castro Pozo, Ciro Alegría, José María Arguedas, etc.

El indigenismo trata, en primer lugar, la conciencia creada por parte del dominante por el que ya estaba. Esta conciencia es siempre de carácter cambiable, sufre una metamorfosis, conforme el uno se acerca al otro. Por ello es que se puede hablar de una historia dentro del indigenismo.

Al indígena lo admiraba por sus logros: era el indígena creador de una civilización magnífica, con logros capaces de impresionar incluso al más escéptico de los europeos. Le eran riquezas impresionantes. Pero le tomaba por equivocado. Le pensaba erróneo por no ser católico—y este factor, la religión pasaría a ser el principal denominador común en el territorio mexicano, mucho antes de que se diera el pensamiento criollo y se buscara la imaginación de la nación. Habría que trasplantar lo español a los seres errantes. Primero la religión, consecuentemente las técnicas.

Este indigenismo de Cortés, aún existe en algunos estratos de la conciencia del mexicano, y una de sus representaciones se encuentra en el orgullo que tiene el individuo común por vivir en el mismo territorio que una civilización tan grande como lo fue en su tiempo la indígena; otra, es el intento de transformar al indígena a la cultura dominante. Esta última, radica en el hecho de no aceptar la circunstancia multicultural del país. El multiculturalismo se traduce para la nación mexicana en progreso por redimir de una vez por todas el pasado sangriento de México. El indigenismo moderno, sostiene ya varias posturas respecto a la problemática indígena, y la más importante de ella esta en el indigenismo interamericano, el etnodesarollo.

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